El castillo de Carpinone fue construido probablemente en el período Normando. Desde entonces hasta el final del siglo XIII, la fortaleza fue ampliada más y más, creando también otras fortificaciones. Se convertió también en una de las fortalezas de Tommaso da Celano. Sin embargo, Ruggiero da Pescolanciano destruyó el castillo en el 1223 por un decreto de Federico II de Svevia.
Durante el siglo XIV el castillo fue reconstruido por la familia Evoli pero sólo en el siglo XV volvió a su antiguo esplendor gracias al compromiso de Giacomo Caldora.
La de los De Risio fue la última familia que compró el fuedo, manteniéndolo hasta la abolición del feudalismo, en el 1806. En el 1954, el notario Valente, uno de los últimos propietarios, renstauró la primera y la segunda planta del castillo para hacerlos adecuados para la nuevas necesidades de vivienda. Hoy en día, la fortaleza, con sus tres torres sigue siendo majestuosa. Tiene también forma pentagonal y está rodeada por cincos torres. El castillo de Carpinone se encuentra escarpado en una roca poderosa y representa una de las fortificaciones más evocadora del panorama molisano.
En la zona interior – donde estaban los establos, los depósitos, los alojamientos de las guardias y las prisiones – podemos encontrar la planta baja y el jardín. La primera planta consistía en salas de recepción – que Giacomo y Antonio Caldora modificaron para hospedar los políticos de la época – y la capilla de la familia. La segunda planta contenía los dormitorios y los servicios.
Según el historico Faraglia (y su obra “Storia della lotta tra Alfonso d’Aragona e Renato D’Angió”) es probable que alguien escondió el tesoro de la familia Caldora en el castillo. Se habla de una gran cantidad de monedas y también de joyas preciosas. El intero barrio historico es interesante desde un punto de vista historico. Tiene dos filas de murallas fortificadas que fueron construidas en periodos y maneras diferentes. Ambos la filas tienen un perímetro en forma de U porqué la fachada Norte de la roca es totalmente inaccesible; la primera fila abraza y protege el castillo y unas casas (una zona conocida como “la Citadel”) mientras la segunda se desarolla más abajo, en la zona que bordea la expansión que se remonta a los finales del siglo XIX. Carpinone se desarolla entre las dos filas de murallas.
En la parte alta de la ciudadina, cerca del castillo medieval, surge la Iglesia Madre nombrada después de Santa Maria Assunta (restaurada para la primera vez en el 1765 y más recentemente en el 1962) que se caracteriza por su estilo arquitectónico muy simple.
Esta iglesia conserva muebles barrocos y allí yace el cuerpo embalsamado de San Rocco Celestino, conservado en una urna de bronce. Segùn la tradición de la ciudadina, la procesión lleve su cuerpo cada 10 años.
Un destino imperdible es también la Iglesia de Santa Maria di Loreto; erigida en el 1610 por Biagio Martella en el mismo lugar de una homónima y antigua capilla (censada en un inventario del 1356), porqué el hombre había soñado la ubicación de un tesoro.
La iglesia tiene sólo una nave, en cuyo fondo hay el altar mayor, construido en el 1617, coronado por la escultura de la Virgen y por la efigie de la familia Martella.
El techo tallado es turquesa mientras las paredes son doradas.
El aparato decorativo de la iglesia es casi totalmente destruido, todavía conserva un maravilloso crucifijo de plata realizado, segùn los timbres, en el 1773 en Nápoles.
Al oeste del pueblecido surge el Monte de los Santos (Monte dei Santi) con su característica forma rodeada. Este nombre deriva por la sepultura de muchos cristianos escapados de las persecuciones de Diocleciano que se refugiaron en unas catacumbas excavadas a los pies del monte.
Las catacumbas fueron ampliadas en el tiempo con muchos otros conductos.
fonte: www.regione.molise.it/
foto: Mauro Pizzuti